Primera Persona › Ideas y RecomendacionesPara dejar de fumar

Método para dejar de fumar mediante la convencida utilización del once.
Dr. Hans Hanseatikön

“¿Qué tengo que ver con esta pipa?
No fumaré más.”
— Herman Melville
(Moby Dick)

( 1 )

Coja un cigarrillo. Enciéndalo. Fúmeselo saboreándolo, con delectación, sienta como nunca el placer de ese cigarrillo. Disfrute de él cuanto pueda, al máximo. Lentamente. Concentradamente. Mucho, porque es el último cigarrillo de su vida. En el momento en que lo apague, el tabaco habrá desaparecido de su vida para siempre. Repítase ONCE veces, en silencio, dentro de sí, y después otras ONCE veces en voz alta, sin miedo a oírse, las siguientes palabras: último y para siempre.

EJERCICIO 1: Hágalo ahora y hágalo así (lea, si le es más cómodo y útil para su concentración): último último último último último último último último último último último
Y a continuación: para siempre para siempre para siempre para siempre para siempre para siempre para siempre para siempre para siempre para siempre para siempre

( 2 )

Convénzase de que el tabaco es tan ajeno a usted como lo es el hecho de comer hormigas en el desayuno, o la costumbre de vivir en un iglú de esquimales. Para ello no dude en ningún momento en utilizar todas las técnicas “auto” de que sea capaz: autosugestión, autohipnosis, autodisciplina y autoengaño. Utilice estas técnicas con las que seguramente lo torturaron en la infancia y la adolescencia para conseguir hacer de usted una persona de provecho. Hágalo incluso como una venganza contra aquellos tiempos no siempre dulces (en los que puede que iniciase su relación con el tabaco).

Cada vez que le vengan ganas de fumar, piense ONCE veces en sus ONCE años. Recréese en sus ONCE años. Reconstruya, con el mayor número de detalles (aunque en realidad nunca más de ONCE), aquel año de su infancia en que cumplió once primaveras.

EJERCICIO 2: Hágalo ahora y hágalo así (lea, si le es más cómodo y útil para su concentración): hoy cumplo once años hoy cumplo once años hoy cumplo once años hoy cumplo once años hoy cumplo once años hoy cumplo once años hoy cumplo once años hoy cumplo once años hoy cumplo once años hoy cumplo once años hoy cumplo once años
Y a continuación: detalle UNO de aquel día detalle DOS de aquel día detalle TRES de aquel día detalle CUATRO de aquel día detalle CINCO de aquel día detalle SEIS de aquel día detalle SIETE de aquel día detalle OCHO de aquel día detalle NUEVE de aquel día detalle DIEZ de aquel día detalle ONCE de aquel día

( 3 )

Tres días después del primer día en que no haya fumado ningún cigarrillo, ha de hacer lo siguiente:

  1. Escribirá en una hoja en blanco tres filas con números del 1 al 11. Así:

    1 - 2 - 3 - 4 - 5 - 6 - 7 - 8 - 9 - 10 - 11
    1 - 2 - 3 - 4 - 5 - 6 - 7 - 8 - 9 - 10 - 11
    1 - 2 - 3 - 4 - 5 - 6 - 7 - 8 - 9 - 10 - 11

  2. Todos los días, a las 11’00 h y a las 23’00 (ONCE de la mañana y ONCE de la noche), NI ANTES NI DESPUÉS , tachará un número, primero con un trazo horizontal (por la mañana) y luego con un trazo vertical (por la noche), resultando una cruz. Sólo tendrá que hacer esto. Aunque le parezca poco, será suficiente, pero no olvide hacerlo a las horas indicadas.
  3. Cuando haya cubierto las tres filas de "ONCES" (es decir, cuando lleve 33 días sin fumar), escriba de nuevo OTRAS TRES filas con número del 1 al 11. De nuevo, así:

    1 - 2 - 3 - 4 - 5 - 6 - 7 - 8 - 9 - 10 - 11
    1 - 2 - 3 - 4 - 5 - 6 - 7 - 8 - 9 - 10 - 11
    1 - 2 - 3 - 4 - 5 - 6 - 7 - 8 - 9 - 10 - 11

    Y, como si empezara de nuevo a dejar de fumar en ese preciso instante, repita la operación otros 33 días. ESTO ES ABSOLUTAMENTE FUNDAMENTAL .
  4. Por último, una vez tachados los 66 números (equivalentes a 66 días), hay que escribir en otro folio cuatro letras mayúsculas de gran tamaño:

    A - B - C - D

    que habrán de tacharse SÓLO EL DÍA PRIMERO de los siguientes cuatro meses. De este modo, sumados estos cuatro meses a los dos anteriores (aproximadamente, pues suponen 66 días), se alcanza la cifra total de SEIS MESES, período en de definitivamente una persona se puede considerar libre del tabaco.
( 4 )

En todo momento, durante los ONCE primeros días, dígase a sí mismo en voz alta, a solas o delante de otras personas, cuantas veces considere necesarias (para darse ánimos en el proceso de alejamiento del tabaco), y sin miedo alguno a ser tomado por mentiroso, alienado o dueño de una flaca memoria, la siguiente frase: “Yo no he fumado jamás”. Repítala ONCE veces cada vez.

Durante los ONCE días siguientes, varíe esa frase por esta otra: “Yo no he fumado en mi vida”. Repítala también ONCE veces cada vez.

Durante los ONCE días posteriores, la frase será: “¿Para qué voy a fumar ahora si no lo he hecho nunca?”. Repítala igualmente ONCE veces cada vez.

Y por último, durante otros ONCE días más, esta otra frase: “¿A qué sabrá eso del tabaco?”. Repítasela ONCE veces cada vez.

EJERCICIO 3: Durante los ONCE primeros días (del día 1 al día 11), diga en voz alta esta frase:: Yo no he fumado jamás Yo no he fumado jamás Yo no he fumado jamás Yo no he fumado jamás Yo no he fumado jamás Yo no he fumado jamás Yo no he fumado jamás Yo no he fumado jamás Yo no he fumado jamás Yo no he fumado jamás Yo no he fumado jamás
Durante los ONCE días siguientes (del día 12 al 22), diga en voz alta esta frase: Yo no he fumado en mi vida Yo no he fumado en mi vida Yo no he fumado en mi vida Yo no he fumado en mi vida Yo no he fumado en mi vida Yo no he fumado en mi vida Yo no he fumado en mi vida Yo no he fumado en mi vida Yo no he fumado en mi vida Yo no he fumado en mi vida Yo no he fumado en mi vida
Durante los ONCE días siguientes (del día 23 al 33), diga en voz alta esta frase: ¿Para qué voy a fumar ahora si no lo he hecho nunca? ¿Para qué voy a fumar ahora si no lo he hecho nunca? ¿Para qué voy a fumar ahora si no lo he hecho nunca? ¿Para qué voy a fumar ahora si no lo he hecho nunca? ¿Para qué voy a fumar ahora si no lo he hecho nunca? ¿Para qué voy a fumar ahora si no lo he hecho nunca? ¿Para qué voy a fumar ahora si no lo he hecho nunca? ¿Para qué voy a fumar ahora si no lo he hecho nunca? ¿Para qué voy a fumar ahora si no lo he hecho nunca? ¿Para qué voy a fumar ahora si no lo he hecho nunca? ¿Para qué voy a fumar ahora si no lo he hecho nunca?
Durante los ONCE días siguientes (del día 34 al 44), diga en voz alta esta frase: ¿A qué sabrá eso del tabaco? ¿A qué sabrá eso del tabaco? ¿A qué sabrá eso del tabaco? ¿A qué sabrá eso del tabaco? ¿A qué sabrá eso del tabaco? ¿A qué sabrá eso del tabaco? ¿A qué sabrá eso del tabaco? ¿A qué sabrá eso del tabaco? ¿A qué sabrá eso del tabaco? ¿A qué sabrá eso del tabaco? ¿A qué sabrá eso del tabaco?

( 5 )

Sobre todo, en este Método lo más importante es USTED y su VOLUNTAD. Gracias a ella enseguida podrá comprobar —¡y disfrutar!— de las enormes y evidentes VENTAJAS que de inmediato notará al dejar de fumar.

Despídase de las jaquecas, adiós a las migrañas o cefaleas, bye bye a las hemicráneas, resacas malas y mil y una pestes que el tabaco acrecienta en la cabeza “el día después” de cualquier legítimo y exultante exceso.

Durante los primeros 44 días, potencie usted mismo esas ventajas, coméntelas con los amigos, hable de las PEQUEÑAS CONQUISTAS personales que está haciendo en su batalla contra el tabaco, no tema a excederse comentándolas ni a ser pesado. Dígale a los demás, con superioridad, frases como éstas: “Respiro mejor” (pensando: “Respito mejor... que tú”), “Duermo más” (pensando: “Duermo más... que tú”), “Valoro más el tiempo” (pensando: “Valoro más el tiempo... que tú”), “Resisto más” (pensando: “Resisto más... que tú”). Al llegar a casa, recuerde anotar esas frases en unidades de ONCE.

EJERCICIO 4: Durante los primeros 44 días, al llegar a casa y antes de acostarse, anote ONCE veces las siguientes frases, tal como figura aquí.
Días del 1 al 11: Respiro mejor Respiro mejor Respiro mejor Respiro mejor Respiro mejor Respiro mejor Respiro mejor Respiro mejor Respiro mejor Respiro mejor Respiro mejor
Días del 12 al 22: Duermo más Duermo más Duermo más Duermo más Duermo más Duermo más Duermo más Duermo más Duermo más Duermo más Duermo más
Días del 23 al 33: Valoro más el tiempo Valoro más el tiempo Valoro más el tiempo Valoro más el tiempo Valoro más el tiempo Valoro más el tiempo Valoro más el tiempo Valoro más el tiempo Valoro más el tiempo Valoro más el tiempo Valoro más el tiempo
Días del 34 al 44: Resisto más Resisto más Resisto más Resisto más Resisto más Resisto más Resisto más Resisto más Resisto más Resisto más Resisto más

( 6 )

No hay síndrome de abstinencia, ni dolor, ni ninguno de esos sufrimientos con que siempre nos HAN ASUSTADO los demás ex fumadores. Y si los hay, pues en realidad pueden ocurrir alguna vez, la situación incómoda es más llevadera de lo que se imagina. No olvide que en este método garantizado la CLAVE está en NO TENER MIEDO A DEJAR DE FUMAR.

Algo MUY IMPORTANTE: deje de pensar en el tabaco, pero no rehúya las situaciones en que habitualmente se fuma, ni tema lo momentos de estrés. Ambos hechos llegarán. “No pasa nada —dígase—, tranquilo, no se sufre. ¿Ves cómo en realidad no sufres?”. Dígase esta última frase ONCE veces.

EJERCICIO 5: Hágalo ahora y hágalo así (lea, si le es más cómodo y útil para su concentración): ¿Ves cómo en realidad no sufres? ¿Ves cómo en realidad no sufres? ¿Ves cómo en realidad no sufres? ¿Ves cómo en realidad no sufres? ¿Ves cómo en realidad no sufres? ¿Ves cómo en realidad no sufres? ¿Ves cómo en realidad no sufres? ¿Ves cómo en realidad no sufres? ¿Ves cómo en realidad no sufres? ¿Ves cómo en realidad no sufres? ¿Ves cómo en realidad no sufres?

Y a continuación REGRESE al EJERCICIO 2 y al EJERCICIO 3

( 7 )

Este método se basa en un proceso consistente en NO TEMER A FLAQUEAR, en no desmoralizarse si se defrauda uno a sí mismo. Imagínese que, después de uno o dos días sin fumar, alegre y convencido de que quiere dejarlo realmente, cae en la temida tentación de encender un cigarrillo y fumárselo. Bueno, pues si eso sucede —y para su tranquilidad ha de saber que sucede en el 98% de los casos—, dígase sin titubear: “No pasa nada”. Dígaselo ONCE veces. ¡No se hunda por tan poco! ¡Sea tolerante consigo mismo! ¡RECOMIENCE!

Inmediatamente, cuando apague ese cigarrillo de Judas que se le ha colado en la nueva vida (y que ya no le sabrá tan bueno y sabroso como aquél que usted decidió que fuese el último de verdad, y que hasta tal vez lo maree y le provoque un ligero, muy ligero, malestar de estómago), vuelva SIN MIEDO a los puntos 2 y 3 de este Método, con renovadas fuerzas y la misma e inquebrantable decisión de la primera vez. No tema incurrir en MUCHAS PRIMERAS VECES.

EJERCICIO 6: Hágalo ahora y hágalo así (lea, si le es más cómodo y útil para su concentración): No pasa nada No pasa nada No pasa nada No pasa nada No pasa nada No pasa nada No pasa nada No pasa nada No pasa nada No pasa nada No pasa nada

( DEDICATORIA )

A la memoria de todos los que han muerto por no haber podido aplicar este Método.
Dr. H. H.

( NOTA EDITORIAL )

El método del Dr. Hans Hanseatikön, conocido popularmente en todo el mundo como “el método del Once”, se basa en la aplicación sistemática de pequeñas fórmulas de pensamiento positivo y autoestima, así como en la ritualización de mínimos gestos que incrementan la confianza en sí mismo y desvían la “cuestión del tabaco” a un plano en que deja de ser un problema de solución inalcanzable. Este método, consistente, en esencia, en no tener miedo a dejar de fumar, fue ideado por el Dr. Hanseatikön, ex fumador empedernido, en el año 2001, concretamente el 11 de noviembre, mientras buscaba un sistema sencillo que le permitiese a él mismo dejar de fumar, harto de recurrir a métodos ineficaces. Una vez que se demostró la valía de su método, decidió publicarlo. Desde entonces recibe anualmente once mil cartas de agradecimiento, enviadas por una pequeña parte de las miles de personas de todo el mundo que han aplicado su método con éxito.

 

© 2008 Adolfo García-Ortega  Todos los derechos reservados