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EL INDEPENDENTISMO (PARODIA)

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Érase una vez… una pequeña región al nordeste de un país mayor cuya historia era mucha y lamentable. En esa pequeña región del nordeste, cuyo nombre nadie quería pronunciar por temor a delatar su propio acento, menos de la mitad de la población, guiada por un aspirante a rey apodado El Sonriente, empezó a dar muestras de un agudo deseo de crear un reino para ellos solos, aunque, por razones estéticas, lo llamarían república.

Viajó por allí un extranjero, emigrante, quizá refugiado político o puede que tan solo turista, no se sabría decir, ya que en aquella región nunca definían con precisión a los extraños; en cualquier caso, era alguien ajeno al “Proceso”, que es como El Sonriente y los suyos denominaban su acción rupturista, también llamada “nacionalsocialización”, término muy afín a independencia, pues de eso se trataba. Este extranjero, desconocedor del convulso terreno que pisaba, como un moderno Gazel Ben-Aly, personaje imaginado por Moratín en sus ‘Cartas marruecas’, decidió escribir a su padre, en su lejano país, para explicarle lo que veía, todo ello asombroso e inaudito para él, incluso tan nuevo que podría suponer un ejemplo para otros. He aquí algunas de las cosas que el extranjero vio en la región del nordeste, gobernada por un rey republicano que sonreía de una manera ancestralmente bobalicona.

‘Carta primera’. “Aquí se llama ‘nación’ al lugar donde se nace, y me han puesto ejemplos de ello, como Lleida, Port-Bou, Sant Cugat, Plaza de España, aunque esta última seguro que pronto cambiará de nombre y los allí nacidos serán, por tanto, desnacionalizados (o desplazados, según otros). También aquí, querido padre, existe una legalidad que no agrada por estos pagos a los dirigentes, así que, entre ellos mismos, han decidido cambiarla para ponerla más a su gusto. Esto consiste, básicamente, en suprimir toda normativa que provenga de España, sea la que sea, y sustituirla por otra hecha aquí, manufacturada en esta región pequeña y dividida. ¿Ventajas? Pocas, porque los ciudadanos seguirán igual de obligados a cumplir la ley de verdad, pero ahora la ley suya estará escrita en su propia lengua (y en inglés) y la habrán dictado ellos mismos y solo por ellos. Insólito, sí. Por eso la llaman la Ley de Nuestra Casa. Lo harán saltándose toda legalidad vigente, pero no a la torera, aquí los toros solo los quieren para las fiestas de sus pueblos. Sin miramientos, a la heroica y navajera manera del porque sí. Te diré, querido padre, que nunca he visto un modo más sutil de dar un golpe de estado como el que está dando este aspirante a rey llamado El Sonriente. Además, no tiene que ocupar la televisión a la fuerza, porque ellos ya se han hecho una propia a su medida y es la que emiten con un solo programa a todas horas. Se llama TeleSardanaTres y es muy aburrida.”

‘Carta segunda’. “Aquí llaman Honorable a El Sonriente, ¡incluso le ponen un Muy delante!, pero es algo asombroso, querido padre, porque resulta que, por lo poco que he averiguado, este aspirante a rey tiene la honorabilidad por los suelos. Para empezar, los engaña a todos, partidarios o no, y ha traicionado a quienes confiaron en él para regir con justicia y equidad la sociedad de su región. Se inventa mentiras sobre su pasado, historias colectivas que no son ciertas, agravios que no existen, intolerancias por parte España, que es un país democrático y del que ellos forman parte hasta la fecha, aunque con desgana. Y lo peor es que han propagado esas mentiras usando métodos rusos. ¡Rusos! Al parecer, los métodos rusos son un modelo por aquí, ya que los rusos les valen a todos, tanto a quienes los ven como zaristas como a quienes los ven como comunistas, y yo creo que es porque Rusia siempre ha sido igual, solo cambiaban las banderas.

Por otra parte, en el nordeste son tan sensibles y de piel tan fina, que toda contradicción o discrepancia pasa de rasguño a herida mortal. Una buena táctica por aquí es confundirlo todo, porque eso siempre le permite a uno ser una víctima y así, como uno siempre está oprimido, cualquier cosa que salga por su boca será un canto a la libertad. ¡Qué listo es ese Sonriente! Ha extendido la idea de que, en España, todo el mundo se pasa el día buscando cómo eludir la obviedad de que los del nordeste son mucho mejores personas que ellos. ¡Que han tenido unos Juegos Olímpicos, caramba! Y además consiguieron que esos Juegos los pagaran también los ciudadanos de España, los muy idiotas, y eso es astucia. Dicen aquí que todo el mundo sabe que esta región de nombre impronunciable es la más glamurosa, la de mejor comida, mejores ropas, un mar mejor que cualquier otro mar, ¡hasta un arquitecto beatificado!, con una cultura que les sale por las orejas y un equipo de fútbol que lo gana todo gracias a una pequeña figurita argentina robotizada que se mueve muy rápido y nunca dice nada inteligible. Querido padre, es obvio que son perfectos, por aquí.”

‘Carta tercera’. “Yo, querido padre, he de salir de esta región antes de que se convierta en un país del que me expulsen a no sé dónde, o me traten de apátrida, o de emigrante o de yihadista (hay muchos musulmanes aquí). Se dice, incluso, que en las ventanillas de un club de fútbol que aquí tienen, donde hasta ahora expendían carnés de identidad grapado a la camiseta, ahora entregarán pasaportes (en el dialecto local y en inglés), para los cuales exigen una foto con un gorrito alargado de esos de dormir, tanto para hombre como para mujer, tal es el criterio unificador. Te lo dan si cantas una canción que habla del clamor entusiasta de unos segadores que se emplean a fondo. No entiendo bien la letra, pero, padre, eso de segar con entusiasmo me ha dado miedo”.

 

>> Publicado en El Norte de Castilla

 

 

 

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