Sobre mi mesa reposa un almanaque Hachette
de mil novecientos veintidós. Tuve que comprar
al precio de cuatro francos este raro libraco
que no es frecuente hallar forrado de marroquín
o de cuero de Rusia un día en que la práctica
me obligaba a conocer un dato estadístico
relativo a la cultura admitida en adelante
como del opio que a los chinos imponen los ingleses
La obra se presenta ante los ojos bajo forma
agradable: no es ligera ni tampoco enorme
Contiene más de doscientas páginas en octavo
y menos de trescientas; se vende cubierta de cabra
flexible; dicen que está documentada y que es imparcial
su erudición abarca la tierra entera.
Quien quiera saber cómo se llama el ministro
de Deportes japonés sólo ha de abrir este buen
libro a fin de encontrar en él la información en la página
correspondiente y una vez leída esa frase
podrá trasladar su total atención
a la reseña que da cuenta de las tensas relaciones
diplomáticas entre la URSS y los países de los Balcanes
cuyo suelo está trufado de piedras volcánicas
me parece. Pero sin éxito he buscado
su geología y eso me ha puesto de mal humor.
© 2008 Adolfo García-Ortega Todos los derechos reservados